“La correcta alineación y postura sólo será posible cuando el mecanismo completo de funcionamiento del cuerpo esté bajo control” Joseph Pilates
La columna vertebral es una compleja estructura ,articulada y resistente, un órgano situado en la parte media y posterior del tronco que va desde la cabeza (a la cual sostiene), pasando por el cuello y la espalda, hasta la pelvis a la cual le da soporte, una buena alienación postural es vital para el funcionamiento correcto de la columna y la prevención de posibles lesiones subyacentes.
Para mantener una alineación postural correcta, nuestra columna debe de estar en su posición más eficiente, de esta manera los músculos se relajan, no se producen sobrecargas en ninguno de estos, ni en nuestras articulaciones que funcionan con el menor desgaste, esto posibilita la realización de nuestros movimientos del modo y manera más eficiente posible, que de otro modo, se produciría una excesiva tensión muscular que con el tiempo se convertiría en patologías de mayor o menor grado.
Si tomamos como ejemplo, movimientos articulares que impliquen la articulación de la cadera, como la patada hacia delante, movimiento que viene marcado por la propia flexibilidad de los isquiosurales y la resistencia de los músculos y ligamentos sacroilíacos y de la columna lumbar, si al realizar este movimiento común existiese una rigidez muscular, provocaría una mala disposición de las articulaciones que derivaría en una sobrecarga de las articulaciones del sacro, con el consecuente dolor, y posterior lesión por repetición.
Una correcta alineación en la columna permite reducir el estrés que se produce en las articulaciones, ligamentos, tendones y músculos adyacentes, para prevenir la fijación de la columna y asegurar un equilibrio para que el movimiento sea efectivo y seguro.
Con el conocimiento y el control de nuestra posición anatómica conseguiremos alinear el cuerpo, corregir desequilibrios musculares o articulares evitando posibles lesiones y aumentaremos nuestro bienestar físico y mental.
La posición en la que se encuentran nuestras articulaciones nos facilita información relevante para nuestro cuerpo, es un indicativo de que los músculos están alargados o acortados, si a la vez, somos capaces de valorar la desviación y tensión muscular, podemos hacernos a la idea de cómo están nuestras articulaciones. Con unos músculos débiles nos encontramos con articulaciones inestables sin embargo si toda la musculatura que actúa sobre una misma articulación es capaz de acortarse adecuadamente esta articulación se beneficiará de mayor eficiencia y capacidad de reaccionar correctamente en el momento que se la solicite.
El método Pilates se centra mucho en la alineación corporal, siendo este uno de sus principios básicos.
Con Pilates lograremos una estabilización por medio del trabajo del “core”, o de la zona central, esto nos permitirá mejorar nuestra postura y alineación corporal, hacer nuestros movimientos mucho más eficientes y seguros en cualquier actividad que estemos desarrollando en nuestro día a día.
Practicar el método Pilates clásico permitirá tomar conciencia de tu propio cuerpo, lograr una buena postura corporal, aumentar el control en tus movimientos, tener una mejor equilibrio, aumentar nuestra fuerza y tono muscular, mejorar la flexibilidad de nuestras articulaciones… todo esto nos permite mejorar nuestra alineación y postura, y por consiguiente reducir patologías.