La pasión por el Pilates puede llevarte más allá de la práctica personal en un centro especializado. Si estás notando las ganas de dedicarte a la enseñanza de Pilates para transmitir todo lo que has aprendido, te animamos a ello. ¡No serás la primera persona que salta a la docencia ni la última!
Eso sí, cuando te hayas decidido y vayas a comenzar, hay algunas cosas importantes que debes tener en cuenta para que todo salga a la perfección y no encuentres obstáculos. Te vamos a dar algunos consejos útiles, ¡sigue leyendo!
La especialización es el futuro
El Pilates cada vez suscita más interés así que dedicarte a dar clases de esta disciplina es casi una apuesta asegura si quieres vivir de ello. Sin embargo, precisamente esto puede hacer que cada vez haya más personas formándose para ser profesores de Pilates por lo que puedes encontrarte más competencia.
Por suerte, no solo se abren cada vez más centros dedicados a la práctica y enseñanza del Pilates sino que, además, se hace patente la necesidad de clases especializadas según los alumnos: tercera edad, embarazadas, personas con problemas de movilidad, rehabilitación, niños… Por ello, es recomendable que tengas una formación concreta y especializada de forma que puedas atender a distintos grupos de alumnos sin problemas.
Predisposición a aprender
No es necesario contar con unos requisitos básicos para formarte como profesor de Pilates pero sí debes tener una gran predisposición a aprender y a absorber conocimientos. Por supuesto, es recomendable que ya seas practicante de Pilates desde hace tiempo antes de decantarte por la enseñanza.
Aunque vengas de un sector profesional completamente alejado tanto del Pilates como de la enseñanza, obtendrás conocimientos para aunar ambas cosas y convertirte en el mejor monitor. Para ello, tienes que eliminar complejos e ideas preconcebidas y lanzarte a tu formación con el mismo entusiasmo con el que te lanzaste a practicar Pilates.
Eso sí, será mucho mejor si tienes gusto por comunicarte y enseñar a los demás ya que hará que tu relación con los alumnos sea mucho más fluida y positiva. También es importante seguir practicando y entrenando, para predicar con el ejemplo, y en segundo lugar, no menos importante, un monitor no puede transmitir correctamente una sensación que no ha sentido en su propio cuerpo.
Una formación de calidad
No te contamos nada nuevo si decimos frases como “mejor calidad que cantidad” y “lo barato sale caro”. Con esto queremos insistir en que debes buscar una escuela de calidad donde recibas el aprendizaje que necesitas para ser profesor de Pilates.
Precisamente el hecho de que el Pilates se esté haciendo cada vez más popular hace proliferar la existencia de escuelas y centros de enseñanza, no todos ellos con la misma calidad ni con las mismas características. Para que puedas elegir con el mejor criterio te recomendamos buscar el sello de aprobación PSAP (Private School Approval Program) de la PMA. Te dejamos aquí el listado con los centros que actualmente cuentan con este sello: https://www.pilatesschoolapprovalprogram.com/psap-approved-schools.
Mejor formación, mejor trabajo
Cuanto mejor sea tu formación, más capacitado estarás a la hora de encontrar salidas profesionales una vez que hayas finalizado tu periodo de aprendizaje como monitor de Pilates.
La opción más normal es dar clases en un centro especializado de Pilates como monitor y, de hecho, es lo que pretende la mayor parte de las personas que se forman como docentes de esta disciplina. Sin embargo, tienes otras opciones como, por ejemplo, montar tu propio centro de Pilates o incluso dar clases a domicilio para clientes exigentes o que tienen necesidades especiales.
Para ello insistimos en la necesidad de haber tenido una buena formación con prácticas incluidas que te permita lanzarte a otro tipo de proyectos profesionales relacionados con el Pilates si estás buscando algo más que ser monitor en un centro.
Características de una buena escuela de formación de Pilates
A continuación te resumimos lo que debes buscar en un centro de formación para estar seguro de la calidad de la enseñanza que vas a recibir:
- Programa integral de formación, es decir, que comprenda todos los niveles de Mat.
- Profesores cualificados que cuenten con formación, títulos y experiencia.
- Prácticas supervisadas
- Material de enseñanza como videos, manuales, etc
- Ratio adecuado de máquinas y profesores por alumno para garantizar una buena atención
- Procesos de evaluación transparentes
Conclusión
Si has decidido enfocar tu futuro profesional hacia la enseñanza de Pilates debes tener presentes algunos detalles antes de comenzar a moverte por ese camino. Uno de los más importantes es la elección de la escuela de formación a la que te inscribas así que procura estudiar muy bien las opciones antes de escoger.
Una vez que consigas ser profesor de Pilates se abrirán ante ti nuevas oportunidades de trabajo mediante las cuales desarrollar tu pasión por esta disciplina.